sábado, 29 de junio de 2013

A vueltas con el Nene de las Balsas

Seguimos recogiendo retazos de la vida del cantaor murciano José María Celdrán, Nene de las Balsas, al que ya hemos dedicado varias entradas estos últimos meses.


La datación de cilindros del Nene tomados por José Navarro en 1896 (en este enlace).

Su fecha de nacimiento, salvo error u omisión: 9 de septiembre de 1870 (en este enlace).

El testimonio de Enrique Martí acerca de la colaboración de José María con el maestro Enrique Granados, y nuestra sospecha de que las malagueñas murcianas de la ópera María del Carmen, compuesta a partir del año 1896 por el maestro catalán, estén inspiradas en un cante de Celdrán (en este enlace). Sobre este asunto, los maestros Faustino Núñez y Guillermo Castro Buendía nos dejaron los comentarios siguientes:




Faustino: «… cómo se parece el cantecito a aquella rondeña de Belart».

Guillermo: «… el maestro Granados no era manco "de oído", recoge los "tonos de taranta" que tendrían las Malagueñas de la madrugá por entonces. Sin tener la partitura original, guitarra en mano cantan unas malagueñas con cejilla al IV por arriba. Los tercios 1º y 2º tienen el V grado rebajado en sus caídas finales, algo típico de los estilos atarantados o mineros. Los acordes de la guitarra son los típicos de las malagueñas, aunque en este caso el Do (tercios impares) se usa con 7ª y 9ª (do-mi-sib-re) y donde habitualmente se toca el Sol (tercio 4º), hay un Re7, acorde muy usado en las tarantas hoy. Seguro que se lo pilló al Nene de las Balsas».



Traemos hoy una noticia de diciembre de 1892. La participación del Nene en la gala inaugural de la Sociedad filarmónica Fernández Caballero, toda vez que, según leemos en la crónica que de dicho evento publicó La Paz de Murcia del día 6, José María era un destacado alumno de la clase de canto de la Academia musical gratuita sostenida por dicha sociedad (antes Academia de José Mirete), instalada desde julio de ese año en la murciana calle de la Merced, en el espacioso local que habían ocupado las oficinas de Hacienda. El Diario de Murcia del 9 de julio escribió al respecto: «… Este edificio se está restaurando de un modo decoroso y esta misma semana empezarán las clases en el nuevo local (…) Creemos (…) que una sociedad que tiene esta misión culta y educadora, puede, con el esfuerzo loable que en ello vienen poniendo sus fundadores, alcanzar el éxito que se merece y ser un plantel de artistas y hombres de provecho».



La Paz de Murcia, 6 de diciembre de 1892

jueves, 13 de junio de 2013

En torno a Manuel Bernal (ampliación)

Le tengo un cariño especial a la sugestiva noticia que ha tiempo encontró el amigo Faustino Núñez en la prensa gaditana de julio de 1824, publicada después en su blog El Afinador de Noticias: el anuncio del Polo de Tovalo cantado por Manuel Bernal en las representaciones de la ópera Ramona y Roselio (1803) del maestro Esteban Cristiani.

Según los papeles, Bernal había integrado la compañía lírica semanas antes, el 24 de junio, desempeñando la parte de tenor en la ópera cómica La Gazetta (1816) del maestro Rossini, por lo que deduzco que debió interpretar en ella el personaje de Alberto, joven acomodado pretendiente de Lisetta.



Diario Mercantil de Cádiz, 23 de junio de 1824



Actores de la compañía eran también, entre otros, Felipe Senessi (se había incorporado en mayo), Francisco Domínguez (a la sazón, 28 años de antigüedad en los teatros de Cádiz) y Julián Muñoz, de cuya actuación en El barbero de Sevilla en noviembre de ese año escribió el Mercantil


«… La primera noche del barbero [Muñoz] introdujo en la hermosa cavatina unos gorgoritos a manera de polo que se salían del carácter de la música… »



Diario Mercantil de Cádiz, 22 de noviembre de 1824




Sobre la ópera Ramona y Roselio de Cristiani –¿haría Manuel Bernal el papel de Capitán de bandoleros?-, es de obligada consulta el estudio de José María Domínguez 'Esteban Cristiani: un compositor italiano entre España e Hispanoamérica' (2006), donde el autor aclara que

«… De un análisis prima facie de las obras conservadas en E-mm, se desprende que Cristiani no adoptó un lenguaje casticista o elementos característicos del estilo español. En efecto: no hay fandangos, polos o coplas entre sus partituras… »


Curiosamente, una nota en la prensa madrileña de 1822 recoge un fragmento de Ramona y Roselio con el siguiente comentario: «… Hay en este mundo (…) Este polo muy bien cantado está muy gracioso… »



Nuevo diario de Madrid, 12 de marzo de 1822



Según el estudio ya citado de Domínguez, el tema Hay en este mundo… viene asignado al Capitán de bandoleros en tesitura de tenor. Hemos localizado una partitura con un pasaje de dicho número musical para soprano, y este extremo no ha de extrañarnos, toda vez que hay antecedentes de voces femeninas que desempeñaron dicho papel: verbigracia, Manuela Carmona en 1811 en el madrileño teatro de la Cruz [Diario de Madrid, 27-I-1811, pág. 8]




Cortesía: nuestro amigo el musicólogo Guillermo Castro Buendía interpreta el viejo aire... con voz del Broncano y crua, acompañándose con la guitarra.

¡Pasen y escuchen!



sábado, 8 de junio de 2013

En torno a Manuel Bernal

Le tengo un cariño especial a la sugestiva noticia que ha tiempo encontró el amigo Faustino Núñez en la prensa gaditana de julio de 1824, publicada después en su blog El Afinador de Noticias: el anuncio del Polo de Tovalo cantado por Manuel Bernal en las representaciones de la ópera Ramona y Roselio (1803) del maestro Esteban Cristiani.

Según los papeles, Bernal había integrado la compañía lírica semanas antes, el 24 de junio, desempeñando la parte de tenor en la ópera cómica La Gazetta (1816) del maestro Rossini, por lo que deduzco que debió interpretar en ella el personaje de Alberto, joven acomodado pretendiente de Lisetta.



Diario Mercantil de Cádiz, 23 de junio de 1824



Actores de la compañía eran también, entre otros, Felipe Senessi (se había incorporado en mayo), Francisco Domínguez (a la sazón, 28 años de antigüedad en los teatros de Cádiz) y Julián Muñoz, de cuya actuación en El barbero de Sevilla en noviembre de ese año escribió el Mercantil


«… La primera noche del barbero [Muñoz] introdujo en la hermosa cavatina unos gorgoritos a manera de polo que se salían del carácter de la música… »



Diario Mercantil de Cádiz, 22 de noviembre de 1824




Sobre la ópera Ramona y Roselio de Cristiani –¿haría Manuel Bernal el papel de Capitán de bandoleros?-, es de obligada consulta el estudio de José María Domínguez 'Esteban Cristiani: un compositor italiano entre España e Hispanoamérica' (2006), donde el autor aclara que

«… De un análisis prima facie de las obras conservadas en E-mm, se desprende que Cristiani no adoptó un lenguaje casticista o elementos característicos del estilo español. En efecto: no hay fandangos, polos o coplas entre sus partituras… »


Curiosamente, una nota en la prensa madrileña de 1822 recoge un fragmento de Ramona y Roselio con el siguiente comentario: «… Hay en este mundo (…) Este polo muy bien cantado está muy gracioso… »



Nuevo diario de Madrid, 12 de marzo de 1822

domingo, 2 de junio de 2013

Cartageneras (1879)



De las cartageneras del cantaor Segundo Gayarre en las representaciones de la zarzuela Flamencomanía de 1886 ya dimos cuenta hace unos años.

Traemos hoy una referencia a dicho cante encontrada en la prensa almeriense de 1879, al año siguiente de la marcha de Antonio Grau El Rojo de la patria chica de Arcas. Aparece junto al jaleo en una composición satírico-jocosa de las muchas que publica por aquellos años el periódico Crónica Meridional en su sección Gacetillas.



Crónica Meridional, 20 de abril de 1879




Posiblemente sea del mismo autor la siguiente alusión al Rojo aparecida unos años antes en el mismo diario. Sospechamos que ambos escritos -así como muchas crónicas de los espectáculos que a la sazón se daban en el café Casino Almeriense- son obra del popular periodista y poeta festivo Juan Gutiérrez de Tovar.


Señor Alcalde primero.
Con estas lluvias y fríos
Y la tisis galopante
Que padece mi bolsillo,
Por el que no pasa un cuarto
Hace lo menos dos siglos,
No tengo humor para nada
Y me hallo tan aburrido
Que ya no visito al Mojo,
Ni casa Don Diego asisto,
Ni voy a ver la flamenca
Que se baila por lo fino
En ruidosas zarabandas
En el café de Andresito,
Mientras le tocan las palmas
Y lanza al aire sus trinos
El celebérrimo Rojo,
Juana, la de negros rizos,
Y Miguel y la bolera
Que está jasta allí, en el Vito. (...)



Crónica Meridional, 15 de diciembre de 1876