En La Nación del 25 de febrero se habla de un proyecto de reformas en el café del Príncipe.
(...) Ignoramos si cuajará el proyecto del empresario, y si tendremos efectivamente conciertos de gitanos en el Café del Príncipe, con sus correspondientes juegos de manos como en épocas anteriores; pero lo que la (sic) podemos asegurar, es que hemos visto a los flamencos muy metidos en harina con los parroquianos más influyentes del establecimiento.
Sobre esta gacetilla, José Blas Vega aclara que: «...no hay constancia de que en el café del Príncipe hubiese flamenco. Dicho café, vulgarmente conocido como El Parnasillo, fue durante su primera época, de 1807 al 23 de agosto de 1848, un célebre café de literatos (...). El café se reabrió en septiembre de 1851, y nuevamente se volvía a reabrir en 1860, (...), pero sin ninguna referencia flamenca.»
Bien, pues hemos localizado una referencia flamenca a dicho café en enero de 1854. Se ocultan los nombres de los protagonistas y no hemos encontrado -hasta ahora- la confirmación del evento. Pero está claro que "los parroquianos más influyentes" a los que aludía la prensa un año antes eran un núcleo de aficionados de tomo y lomo.
Gitanas y flamencos. De un momento a otro deben llegar a esta corte, procedentes de Sevilla, dos de las más jóvenes y lindas bailaoras, acompañadas de otros dos cantaores, cuyos nombres no queremos revelar hasta que, en un círculo de amigos cuyo núcleo se encuentra en el café del Príncipe, den su primera función, costeada por un joven muy conocido en Madrid.
¿Nos enteraremos alguna vez de quién sería ese joven aficionado, muy conocido en Madrid, que iba a costear la juerga flamenca y gitana en el Café del Principe?
ResponderEliminar¿Lo sabes ya y nos quieres mantener en ascuas hasta la revelación?
¿Sabremos algún día los nombres de las bailaoras y cantaores sevillanos que iban a venir, y si, por fin, llegaron a Madrid?
Al joven aficionado me lo vuelvo a encontrar en febrero. A ver si hay suerte y le sacamos más punta.
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