viernes, 6 de agosto de 2010

Pepe el de la Matrona en Santander (1924)



Corría agosto de 1924. La terraza de un bar sito en la Playa del Sardinero fue el marco de una amena reunión de flamencos que la pluma de Arturo Casanueva plasmó con sabrosura en La Libertad.

En escena... Rita Ortega, la varonil y dolorida voz de José Núñez "er de la Matrona"; la sonanta -y la facundia- de Lorenzo El Duque de Belinchón; y el dueño del colmao Los Gabrieles, don Adrián.

No hay desperdicio.



(...) En la noche, en el ambiente de fiesta, entre amigos, el duque se transformó en el tocador formidable que se sabe todos los secretos de la guitarra, que no conoce las dificultades ni el cansancio, que funde las sonoridades con las inflexiones violentas del cante, que se levanta y cae con las desgarraduras de la voz...
Los he oído cantar hasta las primeras horas de la mañana. Han cantado Rita, Núñez y... ¡D. Adrián! Soleares, tangos, fandanguillos, seguidillas, "Los caracoles". Sonaba el cante, en el silencio augusto del Sardinero, un silencio que en la noche tiene tinte religioso, como una saeta en Semana Santa. Y cuando Núñez, poniendo a prueba sus pulmones, atacaba con brío las frases de "Los caracoles", más de uno se levantaba del asiento, reflejando su admiración en estas palabras: « Este hombre es trágico. » (…)




La Libertad, 19 de agosto de 1924




Sobre el locuaz guitarrista El Duque de Belinchón, traemos el siguiente comentario de José Manuel López Gutiérrez, publicado en La Gazapera de Bohórquez. Dice así:


(...) el enigmático guitarrista que acompañó al Maestro Matrona en sus primeros registros. NO ES ALGO DEFINITIVO, pero es muy posible que fuese el madrileño Lorenzo Ruiz Bonilla, conocido graciosamente por El Duque de Belinchón, quien pusiera música a la voz de Pepe.

La información la he sacado a partir de una de las grabaciones de Matrona de ese año de 1911. Muchas veces, en estos casos de falta de datos sobre un intérprete, los jaleadores suelen darnos pistas. Y si, con un programita de ordenador, limpiamos y ralentizamos un poco el sonido se descubren muchas cosas interesantes. Rastreando una a una estas grabaciones -concretamente en las bulerías “Tanto como yo valía” (con referencia de catálogo Odeón 13.029, no tengo la matriz)- además de jalear a Pepe, una voz de mujer dice “¡¡Vamos a ver Lorenzo!!”. El siguiente paso era hacer un rastreo a la búsqueda de guitarristas de este tiempo que se llamasen así. El único aparecido es este Duque de Belinchón, de quien Blas Vega y Ríos Ruiz dicen que “frecuentó las reuniones de cabales de los colmaos madrileños, acompañando en ocasiones a don Antonio Chacón con su guitarra. Fue un personaje popular y muy curioso, que se hacía pasar por aristócrata y al que los artistas de la época seguían jocosamente la corriente, dando lugar a numerosas anécdotas…”.

Manuel Barrios habla de él como acompañante, junto a Ramón Montoya, de Pepe Marchena en su debut en La Bombilla de Madrid en el año 20. Gamboa lo sitúa en 1925 en un homenaje a Juanito Mojama en el Salón Olimpia. Es decir, acompañó a Chacón, Marchena… (...)

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