Fiesta flamenca en las ruinas de la primera ciudad romana fundada en Hispania. El singular reportaje gráfico se publicó en la revista Nuevo Mundo del 14 de noviembre de 1930, año señalaíto para la Ciudad del Betis: La Exposición Iberoamericana había tenido lugar del 9 de mayo de 1929 al 21 de junio de 1930.
A la sazón, las excavaciones de Itálica eran etapa obligada en las visitas oficiales, excursiones de congresistas, periodistas, etc.
El texto (¿del crítico Julio R.omano?) tiene su aquel... pero me quedo con las imágenes de esas Puellae de 1930. Trajano y Adriano les hubiesen hecho palmas...
El estilo barroco y recargado del comentarista me confunde a veces: en su alegato contra el "andrajo" del tópico que señala a la Andalucía de pandereta como algo deleznable, por momentos me parece que está hablando y arremetiendo contra cierto "flamenco" canalla.
ResponderEliminarPor un lado se reconoce su amor y admiración por las cantes y bailes andaluces, pero también defiende al artista profesional, que para otros críticos del flamenco era la causa de la pérdida de autenticidad de la jondura flamenca.
En realidad no sé bien lo qué ataca y lo qué defiende.
Como documento -y como tú-, me quedo con las estupendas fotografías de la fiesta sobre las ruinas romanas.